Resumen del primer capitulo de "Yo argumento" por Padilla Constanza, Douglas Silvina y López, Esther.
Resumen del capítulo uno [1]
¿Argumentar? ¿Cuándo?
¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo?
La
capacidad de argumentar nos caracteriza como seres racionales. Desde el momento
en que conseguimos dar razones explícitas de nuestras afirmaciones a los otros,
iniciamos el camino de la razón dialógica. Pero no podemos anular a los
interlocutores virtuales que constantemente desafiarán nuestras certezas, lo
que nos llevará a buscar razones y motivos para pensar o para actuar de
determinada manera.
En
toda situación argumentativa, no sólo importa aquello sobre lo cual se
argumenta (objeto de discusión) sino también quiénes argumentan (interlocutores),
con qué intenciones y en qué contextos lo hacen.
1.1 APORTES DE LA
FILOSOFÍA: GRADOS DE CONVERGENCIA CRÍTICA
El filósofo argentino Ricardo Maliandi (1997), nos llama
la atención acerca de distintas posturas
comunicativas que podemos asumir cuando hacemos uso de la razón. Al
respecto, habla de razón dialógica,
partiendo del supuesto de que razonar
implica dialogar, en la medida en que involucra dos funciones básicas:
·
Fundamentación:
capacidad de dar “razones”;
·
Crítica:
conciencia de los límites de las “propias razones” y apertura hacia “otras
razones”.
Pone
en manifiesto otro concepto que se deriva de lo crítico, el concepto de conflictividad,
en tensión constante con el concepto de consenso. Esto le permite plantear
tres posturas distintas en un discurso argumentativo, correspondientes a tres
grados ascendentes de convergencia crítica.
-
Postura
estratégica: es una perspectiva egocéntrica, ya que
quien argumenta no conceptualiza al destinatario como un interlocutor que
también puede tener un punto de vista válido y distinto sobre un tema. De este
modo, la argumentación es persuasiva, retórica y apunta a forzar la opinión del
destinatario.
-
Postura
comunicativa divergente: la argumentación tiende a la
resolución del desacuerdo, pero con el presupuesto de que el acuerdo favorecerá
la opinión propia y no la del oponente. Alguien debe ganar y alguien debe
perder.
- Postura comunicativa convergente: el interlocutor no aparece como oponente, sino como co-operador en la tarea de enfrentar un problema. Los interlocutores establecen una alianza. Cada argumentante solicita y espera los contraargumentos del interlocutor para el avance dialéctico. Ambos ganan con la resolución de un problema.
Grados ascendentes de convergencia
crítica
Las perspectivas dialécticas de la argumentación atienden
no sólo a las argumentaciones válidas sino también a las llamadas falacias, Maliandi apela a una analogía
muy ilustrativa entre los seres humanos
y algunas criaturas del reino animal.
Distingue dos modos defensivos y dos ofensivos:
-Modo
pseudoargumentativo defensivo: la liebre. Eludiendo la confrontación de
distintos puntos de vista
-Modo
pseudoargumentativo defensivo: el erizo. No quiere que nadie se le acerque
e intente desafiar sus puntos de vista.
-Modo
pseudoargumentativo ofensivo: el
tigre. Ve al interlocutor como una presa y el tema de discusión pasa a
segundo plano.
-Modo
pseudoargumentativo ofensivo: la araña. “Envuelve” al oponente en su
retórica, a través de argumentos.
La vida democrática se construye sobre esa tensa relación
entre consenso y conflictividad, que
implica buscar acuerdos pero también objetivar el disenso, a partir del
reconocimiento y respeto hacia la
diversidad individual y cultural.
1.2 APORTES DEL
PENSAMIENTO CRÍTICO
Algunos aportes de la psicología cognitiva y de la
pedagogía, y de la pragmática y del análisis del discurso destacan que las
divergencias no proceden sólo de las diferencias de planteos entre las
disciplinas sino también de la confrontación y evolución de perspectivas en el
seno mismo de los ámbitos disciplinarios.
El movimiento llamado pensamiento
crítico, fue cuestionado desde distintas posiciones teóricas. Sin embargo,
el movimiento evolucionó notablemente en sus planteos y metodologías, hecho que
podría sintetizarse en los siguientes aspectos:
-
Evolución desde una perspectiva monológica, que pone el acento en el sujeto que evalúa
la validez de su propia argumentación o de la ajena, hacia una perspectiva dialógica y dialéctica, la
cual involucra un intercambio entre puntos de vista opuestos.
-
Evolución desde una visión objetivista o
neutra, que plantea habilidades generalesde pensamiento crítico, hacia una visión intersubjetiva, que plantea el
debate entre habilidades generalizables vs.
habilidades específicas de dominio y
para la consideración de la intersubjetividad.
-
Evolución desde una concepción
atomicista y taxonómica de las microhabilidades
implicadas, a una integración de éstas en una concepción más global, a través
de macrohabilidades.
-
Evolución desde una perspectiva
estrictamente cognitiva a enfoques
que incluyen aspectos actitudinales.
LAS VIRTUDES
INTELECTUALES
·
Independencia
intelectual: disposición y compromiso para el
pensamiento autónomo.
·
Curiosidad
intelectual: disposición para preguntarse acerca del
mundo y buscar explicaciones a las discrepancias.
·
Coraje
intelectual: reflexionar imparcialmente sobre puntos
de vista hacia los cuales tenemos fuertes emociones negativas.
·
Humildad
intelectual: la voluntad de reconocer los límites de
nuestro conocimiento.
·
Empatía
intelectual: ponernos imaginativamente en el lugar
de los demás para intentar entender sus puntos de vista.
·
Integridad
intelectual: necesidad de ser veraces y consistentes, exigirnos la misma rigurosidad y prueba que
pedimos a nuestros antagonistas; practicar lo que defendemos y admitir
honestamente las discrepancias.
·
Confianza
en la razón: confianza en que aprendemos a pensar
por nosotros mismos y a encontrar soluciones a partir del diálogo y de razones
dirimidas en la interacción.
·
Imparcialidad:
necesidad de considerar todos los puntos de vista sobre un problema.
Estos
aportes nos permiten reflexionar sobre la argumentación desde una perspectiva
más amplia, enriqueciendo la visión estrictamente lingüística.
1.3 APORTES DE LAS
TEORÍAS DE LA ARGUMENTACIÓN
Los estudios sobre la argumentación se remontan a la
antigüedad clásica y tienen como referencia indiscutible a Aristóteles, quien
impulsó dos perspectivas definidas y en tensión constante: las perspectivas
retóricas y las perspectivas dialécticas.
Las perspectivas retóricas se inspiran fundamentalmente
en la Retórica de Aristóteles y se
re-actualizan en 1958 con el Tratado de
la Argumentación, con el propósito de estudiar el modo en que se presentan
y se justifican los “razonamientos” prácticos.
Las perspectivas dialécticas se inspiran en los Tópicos y Refutaciones Sofísticas de
Aristóteles.
·
La
perspectiva retórica. Considera la argumentación como una
operación discursiva, donde un sujeto trata de provocar la adhesión de otro a
una tesis u opinión, a través de razones o argumentos.
·
La
perspectiva pragma-dialéctica.
Concibe la argumentación como una
discusión crítica, cuyo propósito es contribuir a la resolución de una
diferencia de opinión.
Cuatros
cuestiones importantes para el avance de las teorizaciones:
-
El intento de acercamiento entre
perspectivas retóricas y dialécticas.
-
Consideración de la argumentación desde
una perspectiva interaccional.
-
Dar cuenta de los factores emocionales,
inherentes de la discusión argumentativa.
-
Articular los estudios de argumentación
con las diferentes líneas de análisis del discurso.
PERSPECTIVA RETÓRICA
Un sujeto
enunciador trata de influir sobre las opiniones de un destinatario por medio de
su discurso.
Esto nos habla de la fuerza ilocutiva de toda
argumentación: es una interacción por medio de la cual un sujeto trata de
cambiar algo en el orden de las ideas o las opiniones de los demás, mediante el
uso de las palabras, y no con violencia.
Si alguien intenta influir sobre las opiniones de otra
persona, por medio de su discurso, es porque estima que esa persona es sensible
a las razones. Se distinguen:
·
Una argumentación basada en el
razonamiento: las diversas tesis y argumentos que son
planteados abiertamente por el argumentador para convencer a los destinatarios (por ejemplo, la argumentación
científica).
·
Una argumentación persuasiva:
opera sobre la voluntad, los sentimientos y las pulsiones más elementales, con
el objetivo de persuadir al
destinatario (por ejemplo, los avisos publicitarios).
Para
que exista una argumentación, tiene que existir un campo problemático o un tema
respecto del cual se dan puntos de vista diferentes, o dos tesis antagónicas.
El sujeto argumentador interviene a favor de una tesis que de algún modo se
enfrenta a una tesis opuesta, aunque esta última quede implícita.
Doury
y Moirand (2004) explican el concepto de esquematización de Grize (2004). En
esta concepción de la argumentación se destacan: la noción del discurso, y en
este caso de discurso argumentativo, como una reconstrucción mental de una
realidad o tema, objeto de discurso que necesariamente trae aparejada una
construcción de A (enunciador) y una construcción de B (destinatario). Esto es
pensado en función de B pero con una construcción propia sobre esa realidad, el
hecho argumentativo se complejiza por las distintas versiones de ese objeto de
discurso que no son compatibles y entran en conflicto. El “éxito” de la
argumentación radicaría en compatibilizar, negociar o abandonar alguna de estas
versiones.
PERSPECTIVA
PRAGMA-DIALÉCTICA
La pragma-dialéctica centra su atención en el aspecto
dialógico, y considera a la argumentación como una discusión crítica cuyo propósito es contribuir a la resolución de
una diferencia de opinión o una disputa.
Esta teoría postula diez
reglas para el desarrollo de una discusión crítica, junto con las
violaciones más frecuentes que constituyen una reinterpretación de las falacias tradicionales.
-Con la expresión pragma-
valora que para el estudio de la argumentación, es necesario hacer referencia a
tres cuestiones clave del estudio del lenguaje desde una perspectiva
pragmática: el contexto del uso, las intenciones de los interlocutores y los
implícitos.
-Con el término dialéctica
pone en evidencia la relación que se establece entre los participantes.
Esta teoría busca encontrar un equilibrio entre una
perspectiva normativa y una descriptiva. Uno de los objetivos es desarrollar las herramientas para determinar
en qué grado una argumentación está de acuerdo con las normas de una discusión
razonable. El criterio de consistencia
lógica se complementa con el criterio de consistencia pragmática, que permite evaluar la razonabilidad de los argumentos en
función de los contextos de interacción.
[1] Padilla, Constanza; Douglas, Silvina; Lopez, Esther; “Yo argumento”, “Taller de prácticas de comprensión y producción de textos argumentativos”; Córdoba, Argentina; Comunicarte; 2011; PP 19-32.
Comentarios
Publicar un comentario